PALABRA POR PALABRA. Panfleto



La crítica o la objeción más frecuente que suelo escuchar sobre el cineasta norteamericano Michael Moore es que el enfoque de sus documentales resulta excesivamente panfletario, entendiendo esta apreciación como una forma de desprestigio que trata de restar credibilidad a las ideas, los hechos y los datos que el director formula, muestra y ofrece en sus documentales. En mi opinión, sin embargo, esta crítica habría que entenderla como un halago, puesto que lo verdaderamente panfletario del cine de Michael Moore es su agresividad y su espíritu de denuncia, cualidades que, lejos de parecerme inapropiadas, las considero de un inmenso valor en estos tiempos de blandura política, en esta “era del té” de la que hablaba Jordi Soler en uno de sus artículos, en referencia a la falta de intensidad de una sociedad en la que “va escaseando el contrapeso de la gente que disiente o cuestiona lo que dice la mayoría”.
Estos días, los médicos españoles han denunciado el deterioro en que está inmerso nuestro sistema público de salud debido a los recortes suicidas que  estamos consintiendo. Como si la cosa no fuera con nosotros, como si los servicios públicos fueran, en realidad, un lastre y no el único salvavidas que nos queda en este hundimiento de una forma de economía basada en la especulación. Michael Moore nos muestra en su documental Sicko (2007), la tragedia de un sistema de salud privado (el norteamericano) controlado por grandes compañías aseguradoras, que deja a millones de personas desamparadas (quienes no pueden costearse un seguro) y a otros tantos, indefensos ante las cláusulas, copagos y franquicias que se ven obligados a contratar con estas empresas privadas cuyo único objetivo es el beneficio económico propio y no la salud de sus clientes-pacientes. Un sistema que algunos parecen deseosos de instaurar en nuestro país en vista del debilitamiento y el descrédito que promueven sobre la sanidad pública. La crisis ha desatado un denodado ataque contra lo público que, lejos de centrarse en el despilfarro político de malversaciones y faraónicas construcciones tan inútiles como algunos conocidos aeropuertos, circuitos de F1, cidades da cultura… tiene en el punto de mira a los trabajadores de este sector. Ante este panorama, reivindico los panfletos de Michael Moore como un antídoto contra la desidia social. Y recuerden, su médico es un funcionario.

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