PALABRA POR PALABRA. La realidad extraña
Publicado en el diario "La Opinión A Coruña" el día 26-11-2011
Las encuestas nos gobiernan. No sólo en el
conservador panorama político que acabamos de recibir como quien experimenta un
déjà vu, esa sensación de estar ante
una realidad extraña, tramposa, mientras exclamamos: “¡Esto ya lo he vivido!”,
“¡Esto ya ocurrió!”. Y, en efecto, ya lo habíamos vivido, a través de las
encuestas, claro. Pero, como decía, las encuestas van más allá, aunque quizá
debería decir que van más acá, puesto que la política, hoy en día, parece estar
más allá de cualquier otra cosa, incluso de esta realidad gobernada por
“mercados” y especuladores, por niñatos de Wall Street adictos a la cocaína y
tecnócratas recién fichados por los gobiernos que ellos mismos ayudaron a
noquear. Y, más acá, estamos nosotros, la masa previsible, los electores, los
compradores sumisos, los adoradores de las marcas, los adictos al consumismo y
las hipotecas, porque, como cantaba Juan Hedo hace ya algunos años, verdaderamente,
nosotros “somos los drogados”.
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Juan José Millás |
Las encuestas, los estudios de mercado y los
índices de audiencia, ponen de manifiesto lo ilusorio de nuestra independencia
personal, de ese “Sé tú mismo” que nos vende la publicidad de las grandes
multinacionales. El hecho de que cada uno de nosotros pueda estar perfectamente
tipificado dentro de una o varias muestras estadísticas de las que es posible
inferir nuestro comportamiento futuro ante determinados asuntos, o nuestra
mayor o menor satisfacción con determinados productos, siempre me ha resultado
no sé si sorprendente, pero, desde luego, extraño. Sí, me siento como una oveja
que escucha multiplicado su balido en el rebaño. No nos engañemos, somos
previsibles, gregarios y conformistas. Habitamos la realidad sin cuestionarla,
sin apenas detenernos un instante a observarla para extraer nuestras propias
conclusiones.
Por suerte, tenemos a Juan José Millás. Ese
escritor capaz de introducirse a través de la grieta de una pared para salir
por la puerta de un armario. Que escribe como en un rapto de fiebre y siempre
alcanza a ver lo que se esconde detrás de las apariencias, en la doblez de lo
cotidiano. Ahora, acaba de publicar sus Articuentos
completos, breves crónicas periodísticas urdidas con materiales propios de
la ficción, y cuyo resultado es una realidad más compleja, interesante,
divertida, excitante y, por supuesto, políticamente incorrecta: lo
imprevisible.
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