FICCIONES. El golpe de Cercas

Publicado en el diario "Galicia Hoxe" (enlace texto en gallego) el día 27-2-2011

Se acaban de cumplir treinta años de aquel esperpento taurino del tricornio por montera. Mucho se ha hablado y se ha escrito estos días acerca de la inestabilidad política y económica de un país que en 1981 empezaba a asomar la cabeza (casi sin querer) al mundo democrático; y del miedo, la vergüenza y el rechazo, al parecer generalizado, que el golpe de Estado del 23 de febrero generó en unos y otros (¡qué solos y desubicados debían de estar Tejero, Armada y Milans del Bosch!). No obstante, de entre tantas palabras, reflexiones y análisis políticos publicados, nada me parece comparable al último libro de Javier Cercas, Anatomía de un instante, Premio Nacional de Narrativa 2010, que con tanta sutileza literaria supo adelantarse a este lúgubre aniversario. En sus casi quinientas páginas, Javier Cercas se aplica en la disección de un fotograma, “un gesto diáfano que contiene muchos gestos”, el que inmortaliza a Adolfo Suárez sentado en su escaño mientras las balas silban a su alrededor en un hemiciclo casi desierto (¡Todo el mundo al suelo! Salvo Carrillo, Gutiérrez Mellado y el propio Suárez). Cercas no sólo desgrana los entresijos del asalto al Congreso, su gestación y su fracaso, sino que proyecta, con la maestría de los grandes narradores —que logran evocar en los detalles la esencia de lo universal—, los viciados interiores de un país que apenas había tenido tiempo de ventilarse tras cuarenta años de dictadura. Un país en el que aún persistía el tufo rancio de las sotanas y del poder castrense, que albergaba casi intactas las estructuras políticas y sociales que habían regido la vida de una sociedad adoctrinada en el miedo y el puritanismo ignorante. 
En la prensa, la radio y la televisión han coincidido estos días los recuerdos de aquel tortuoso parto democrático con la actualidad trepidante y revolucionaria de los países árabes. Y ese estallido ciudadano que clama y muere hoy por la libertad, me recuerda inevitablemente que en España la dictadura murió con Franco, y que, a pesar de todo ese rechazo al golpe de Estado de 1981 que hoy proclama en su memoria lo más granado de nuestra sociedad, lo cierto es que aquel día, tal y como escribe Cercas en su libro, “el país entero se metió en su casa a esperar que el golpe fracasase. O que triunfase”. 

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