La gran red de la literatura
Leer en Nueva Tribuna (17-3-2018)
Si alguien tenía alguna duda sobre la salud de la novela, si había sucumbido ante quienes llevan demasiado tiempo augurándonos su muerte, su segura desaparición, bien por incomparecencia, falta de interés u obsolescencia sobrevenida ante el maravilloso mundo global de Internet y sus redes, que se acerque a la librería más cercana y se compre un ejemplar de Trilogía de la guerra (Seix Barral, 2018), la nueva novela de Agustín Fernández Mallo.

No recuerdo nada más de esa semana. Desaparecí al abrir el libro y no guardo la menor conciencia de mí mismo durante aquellos días, hasta que, de pronto, aparecí sentado junto al propio autor en una librería de A Coruña llamada Berbiriana, precisamente el día de la presentación de su novela. Parecíamos conversar amenamente sobre su obra, Javier Pintor nos acompañaba, y entre el público que abarrotaba el local, reconocí a los músicos Julián Hernández y Antón Reixa, quienes también tuvieron palabras de elogio para el novelista. ¿Todo aquello ocurría dentro o fuera de la novela? Como no podía saberlo y la situación era comprometida, decidí dejarme llevar y disfrutar de nuestra charla. Me escuché decir que Agustín Fernández Mallo practica una escritura obsesiva, laberíntica, altamente adictiva, que te atrapa y no te suelta y te lleva a través de un sinfín de historias que se entrecruzan y que parecen nacer unas de otras, como si de una matrioska se tratase. Eso era, una novela construida como una muñeca rusa, y en la que, como otro cualquiera de sus personajes, yo me había quedado atrapado, incapaz ya de distinguir la realidad de la metáfora.
Trilogía de la guerra conecta a personas reales con personajes de ficción, a víctimas y verdugos, a poetas y astronautas en un viaje alucinante a través de la historia del siglo XX y “su legión de vivos y muertos unidos por lo mismo: la destrucción y la guerra”. Una novela que late al ritmo de la mejor literatura, auténtica red de redes.
Comentarios
Publicar un comentario