FICCIONES. Política para todos

Publicado en el diario "Galicia Hoxe" (enlace texto en gallego) el día 12-6-2011

Fernando Savater

Han pasado casi veinte años desde que Fernando Savater publicase su Política para Amador. Cuando yo lo compré, en el año 2000, iba ya por la 18ª edición, por lo que supongo que podríamos calificarlo, sin temor a equivocarnos, de un auténtico éxito de ventas. Se trata de una segunda parte, un complemento o una extensión de las ideas desarrolladas en Ética para Amador. Según nos indica el propio autor en su “Aviso antipedagógico”, ambos libros están orientados al lector adolescente: “probablemente enseñará muy pocas cosas a sus maestros”, y añade: “su objetivo no es fabricar ciudadanos bienpensantes (ni mucho menos malpensados) sino estimular el desarrollo de librepensadores”. Todo lo relacionado con el llamado movimiento del 15-M y los “indignados”, incluso los textos de Stéphane Hessel recogidos en su ¡Indignaos!, me ha traído a la memoria esta Ética y Política de Savater. Y es que, en mi opinión, estos libros siguen gozando hoy de un valor extraordinario y, atreviéndome a contravenir los criterios del autor, el abanico de lectores a quienes puede enseñar algo, o, simplemente, mover a la reflexión, refrescar las ideas, es mucho más amplio del que el propio Savater apuntaba. Sin duda, su prosa es sencilla y cercana, de un didacticismo amable, diría que desenfadado. No obstante, sus palabras afrontan con agudeza y sentido crítico ambas cuestiones y el modo en que, a través de ellas, el individuo ha de relacionarse consigo mismo y con su entorno, el grupo social. Este reciente alegato de Hessel contra la indiferencia, a favor del compromiso y la participación activa en la vida pública de todos los ciudadanos, constituye una de las reflexiones más importantes que subyacen en los libros de Savater. Además, plantea algo que sigue teniendo hoy toda su vigencia, como es la falta de formación política de la juventud debido al escaso interés de los propios políticos en proporcionársela. Nuestro sistema educativo, a día de hoy, continúa fomentando la titulitis, ajena a una verdadera formación de futuros ciudadanos implicados en el devenir común. A veces olvidamos premisas tan sencillas como que “Las libertades públicas implican responsabilidad. Ser responsable es ser capaz de responder por lo que se ha hecho, asumiéndolo como acto propio” (F. Savater).